Alguien me dijo eso una vez, yo le aseguraba que eso no pasaría nunca. ¡PUM! Me golpeé con la pared, todo te pasa alguna vez, aunque creas que es imposible.
Siempre te he tenido a ti como el favorito, el preferido, el primero delante de todos.
Gracias a ti, me he dado cuenta, que ser segundo plato no entra dentro de mi prioridad. Ni tampoco entra dentro de mis planes tenerte como un rey y que tú me tengas cuando te conviene.
Siempre he odiado a las personas que juegan a dos bandas, a ti, sin embargo no he sido capaz de odiarte hasta ahora..bueno, quizás en estas cirscunstancias tampoco te odie. Quizás te has vuelto por fin alguien insignificante para mí. Tanto, que en mi, abunda la indiferencia cuando hablo de tí.
Estas son mis ultimas palabras, las cuáles no las leerás nunca, lo que me agrada enormemente, así, no puedes responderme con tus tonterías como haces siempre, con tus palabras bonitas en el momento adecuado. Has sido alguien importante para mi, pero el mayor capullo que me he encontrado en mucho tiempo. Doy gracias por haberme alejado de ti. No te he necesitado en 16 años de mi vida, no voy a necesitarte ahora. Y menos, a alguien como tú.
Amor. Sueños. Felicidad. Sonrisas. Tú sonrisa. Tu forma de mirarme. La facilidad con la que suben los colores por mis pálidas mejillas tornándolas de un suave rosado. Ver tu silueta al final del camino esperándome con la mano tendida. Que seas la primera persona que vea al despertar. Convertirte en esa estrella que nunca se apaga. Que no seas el típico príncipe azul. Que tengas en tu rostro una sonrisa traviesa. Que después del bofetón llegue el beso. Que después de cada discusión venga una mejor reconciliación. Pasar noches de pasión desenfrenada entre tus sábanas. Que tu saliva curen mis heridas. Notar tu lengua en cada parte de mi cuerpo. Que tu risa alimenten mis oídos. Que me hagas callar con un beso, o dos, o tres... Sentir que puedo contar contigo. Dejarte marcado un beso en el cuello. Escribirte con una barra de labios un te quiero. Dejarte marcada mis uñas en tu espalda. Abrazarte hasta perderme. Cumplir mis deseos más profundos. Susurrarte palabras al oído. Estremecerme con cada caricia tuya. Que en nuestra relación nunca falte la pasión. Que me beses con dulzura, con cariño, y con ternura, que me muerdas el labio y pasemos a un beso menos controlado. Que tu lengua baile junto a la mía, que se entrelazen, que hagan un pulso sin que haya vencedor. Morderte la lengua. Apreciar tu sabor. Que me entren escalofríos al notar tu respiración cerca de mi cuello. Que me susurres un: vas a quererme. Que tus manos recorran mi cuerpo. Que las mías desabotonen tu camisa. Y dar paso a ese deseo que no se piensa resistir, que rompe todas nuestras normas establecidas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario