Amor. Sueños. Felicidad. Sonrisas. Tú sonrisa. Tu forma de mirarme. La facilidad con la que suben los colores por mis pálidas mejillas tornándolas de un suave rosado. Ver tu silueta al final del camino esperándome con la mano tendida. Que seas la primera persona que vea al despertar. Convertirte en esa estrella que nunca se apaga. Que no seas el típico príncipe azul. Que tengas en tu rostro una sonrisa traviesa. Que después del bofetón llegue el beso. Que después de cada discusión venga una mejor reconciliación. Pasar noches de pasión desenfrenada entre tus sábanas. Que tu saliva curen mis heridas. Notar tu lengua en cada parte de mi cuerpo. Que tu risa alimenten mis oídos. Que me hagas callar con un beso, o dos, o tres... Sentir que puedo contar contigo. Dejarte marcado un beso en el cuello. Escribirte con una barra de labios un te quiero. Dejarte marcada mis uñas en tu espalda. Abrazarte hasta perderme. Cumplir mis deseos más profundos. Susurrarte palabras al oído. Estremecerme con cada caricia tuya. Que en nuestra relación nunca falte la pasión. Que me beses con dulzura, con cariño, y con ternura, que me muerdas el labio y pasemos a un beso menos controlado. Que tu lengua baile junto a la mía, que se entrelazen, que hagan un pulso sin que haya vencedor. Morderte la lengua. Apreciar tu sabor. Que me entren escalofríos al notar tu respiración cerca de mi cuello. Que me susurres un: vas a quererme. Que tus manos recorran mi cuerpo. Que las mías desabotonen tu camisa. Y dar paso a ese deseo que no se piensa resistir, que rompe todas nuestras normas establecidas.
jueves, 7 de julio de 2011
Temor a sufrir
Miedo. Ha que te hagan daño. Te asusta la palabra compromiso. La rutina. Que todo lo que veías bonito acabe siendo una pesadilla. Nadie ha conseguido que superes el miedo, que tengas ganas de arriesgarte a sufrir. Que quieras compartir algunos días, quizás meses, o tal vez algún que otro año junto a la misma persona. Que pienses que realmente sí merece la pena superar tus miedos y enfrentarte a la realidad por alguien... Quizás no ha llegado, o quizás eres tan sumamente estúpida que no lo has visto pasar, y cuando te das cuenta.. lo siento, pequeña, es tarde. Tus miedos te han limitado. Y intentando evitar el daño, te lo has buscado tú misma. Irónico. Arriesga...ganar o perder, no es lo mismo, pero puedes ser feliz, o puedes sufrir del mismo modo que si no hubieras hecho nada. Piénsalo. Quererse, tampoco es tan malo al fin y al cabo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario