Amor. Sueños. Felicidad. Sonrisas. Tú sonrisa. Tu forma de mirarme. La facilidad con la que suben los colores por mis pálidas mejillas tornándolas de un suave rosado. Ver tu silueta al final del camino esperándome con la mano tendida. Que seas la primera persona que vea al despertar. Convertirte en esa estrella que nunca se apaga. Que no seas el típico príncipe azul. Que tengas en tu rostro una sonrisa traviesa. Que después del bofetón llegue el beso. Que después de cada discusión venga una mejor reconciliación. Pasar noches de pasión desenfrenada entre tus sábanas. Que tu saliva curen mis heridas. Notar tu lengua en cada parte de mi cuerpo. Que tu risa alimenten mis oídos. Que me hagas callar con un beso, o dos, o tres... Sentir que puedo contar contigo. Dejarte marcado un beso en el cuello. Escribirte con una barra de labios un te quiero. Dejarte marcada mis uñas en tu espalda. Abrazarte hasta perderme. Cumplir mis deseos más profundos. Susurrarte palabras al oído. Estremecerme con cada caricia tuya. Que en nuestra relación nunca falte la pasión. Que me beses con dulzura, con cariño, y con ternura, que me muerdas el labio y pasemos a un beso menos controlado. Que tu lengua baile junto a la mía, que se entrelazen, que hagan un pulso sin que haya vencedor. Morderte la lengua. Apreciar tu sabor. Que me entren escalofríos al notar tu respiración cerca de mi cuello. Que me susurres un: vas a quererme. Que tus manos recorran mi cuerpo. Que las mías desabotonen tu camisa. Y dar paso a ese deseo que no se piensa resistir, que rompe todas nuestras normas establecidas.
lunes, 9 de mayo de 2011
Arriesga y ganarás
Podría resumir cualquiera de mis últimos días de una manera poco cordial y correcta. Seguramente mi forma de hablar no es la adecuada para una señorita. Probablemente mis atuendos no sean de tu gusto. Y sí, puede que coma con los dedos en vez de con los cubiertos ¿Pero qué quieres? Nunca me gustaron las fachadas y lo políticamente correcto. Nadie es perfecto. Siempre esperan que hagan aquello que es coherente, aquello que ellos quieren, aquello que será de buen ver, aquello que no de motivos de críticas ¿Y si no quiero hacerlo? ¿Y si lo coherente me resulta aburrido? ¿Y si me da igual lo que piense la gente? Quiero sentir que con cada paso que doy me tiro al abismo, sentir la adrenalina subiendo por mi cuerpo, saber que nadie opinará como yo y que eso dará mucho que hablar, o que hagan humildes apuestas clandestinas porque no apuestan por nada que sea diferente a lo que ellos hubieran hecho, pensarán que me caeré, que es el camino equivocado y que no tardaré en darme cuenta. Puede que tengan razón, pero si me caigo, me volveré a levantar, y volveré a tirarme de nuevo, porque sí, porque yo soy así. Podrías llamarme de muchas maneras que probablemente no te equivocarías, seguramente no esté muy cuerda y parezca algo masoca, pero no..no es eso, simplemente me gusta sentir la libertad de que hago lo que quiero en cada momento, de no tener necesidad de esconderme, de no hacer lo que esperan de mí, de no hacer lo que todo el mundo hace, porque cada persona es diferente, a unos les gusta arriesgar y otros pierden sin ni siquiera intentarlo. No, yo no, yo quiero lanzarme, y chocarme si hace falta, y me haré daño a mi misma, pero al menos haré lo que siento, al menos seré feliz..al menos no me habré quedado con la duda de qué hubiese pasado, ya que esta es la peor enemiga de la conciencia.
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